Nunca tu cuerpo
me pareció tan
lejano.
A una milla de
distancia,
a un año luz,
a un sueño de
labios.
Y yo insistía
por quedar enredado
en el severo tumulto
de las cosas.
Esperando el milagro,
un rayo de luz
que partiera la
nada
y la desmoronara toda.
Después el silencio
me miraba
tan sumiso.
Entonces lo flagelé
a puro verso.
Para que te gritara,
para que te
sangrara
por todas
las paredes.
O te raspara
por mi garganta y salgas
como un brutal
espasmo tremendo.
Der.Res.de autor 2012
Héctor Delaloye Echavarría
Héctor Delaloye Echavarría
Extraordinariamente, HERMOSO. Gracias por obsequiar a tus seguidores con estas bellezas, mi siempre admirado poeta.
ResponderEliminarMi siempre gusto en hacerlo. Gracias.
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