Ocurre que hoy día
quiero despojarme de
todo.
De la ropa de ocasos abatidos
vistiendo cada parte de mi cuerpo.
Sacarme esta nostalgia áspera
con un lento tirabuzón
de silencios.
Quiero cortarme las manos
haciendo sangrar sus flores.
Despojarme el diván oscuro y lúgubre
que me sonríe
abriendo su boca en burda espera.
Sucede que me agotan
las paredes anémicas.
Me harto de sus dedos bruscos
y esos ojos trémulos.
De tantos alienados ataúdes
de espejos.
Ocurre que deseo liberar hasta mi alma
y que sus piernas se fuguen.
Se desvanezcan en la distancia.
Que regresen de madrugada
con mi
usual rebaño de estrellas.
(Der.Res.2009) Héctor Delaloye Echavarría
cada vez mejor!
ResponderEliminarHola Darío; gran gusto que te tomes la molestia de publicar un comentario.
ResponderEliminarY gracias por el elogio.
¡Saludos!
Hermoso poema Héctor, increíblemente bello diría! Te felicito poeta, seguí adelante, las musas danzan en tu pluma exquisita.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras Mauricio. Te sigo leyendo, ¡Poeta! :)
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