Éxodo (Fragmento)

Se me ha ido ya el dolor, pero ¿de quién es esta soledad? No reconozco ese grito helado que se acomoda en mi herida izquierda. Tengo todo el día este vacío miserable atorando de mi alma la puerta. Quisiera romper de pronto el aire y que sangre, ¡por favor! que brote para poder extraviarle yo mis lágrimas. No me sirven ahora las manos para pescar los acostumbrados sueños. Es preciso una tumba lejana, un clásico héroe de estrellas. No me interesa la siembra de ayer, ni los comunes amantes, ni las cosechas. Me gustaría avanzar en secreto, flotar de repente en una maraña de laúdes. O tornarme en una gris amapola y nadar en la elegancia de mis lentos ataúdes. Se ha marchado mi sufrir como una barca presurosa. Se extravió en el aliento de una tarde que pasaba sin darse cuenta. Y quiero fugarme también, si usted me lo permite; buscar una presa para mi lengua,...