AS-SALAAM ALAIKUM
Camina, tus pies se hunden en cenizas y temblorosas ausencias, sobre espejos de sangre virgen y despojos que aún exhalan ululantes estampidos. Camina, Amir, ¿Puedes sonreír? Un abanico de vitoreos te marca el regreso de norte a sur. Enreda en tu cuello la kufiya de algún padre muerto, alza la thobe de madre desaparecida y el dinamitado mintiyan de tu hermano sepultado. Camina, Amir, no existe sed ni frío, no hay tristeza ni viento fúnebre, no más resequedades polvorientas ni pájaros alados de la muerte. camina y sonríe, sonríe y camina, en casa alguien espera, Amir, as-salaam alaikum,