lunes, 12 de agosto de 2013

Nunca Olvido.

Asientes
el lento ulular
del llanto,
sin embargo
una reacción oscura
me hiere nocturnamente
la sangre.
Abanicos de tambores
que punzan
por el sueño;
son el alma del silencio,
una ferviente inclinación
al viejo canto.

Un suspiro
se escucha,
la emoción arrecia,
cruza,
vuela,
se hace de luz
y misterio.

¿Comprendes ahora
por qué  nunca
te olvido?




Der.Res. de autor 2012
de Héctor Delaloye Echavarría

No hay comentarios:

Publicar un comentario