Me desvela un nombre,
hago jirones
de sal
con la angustia.
voy exiliando
palabras
que no duermen.
Dentro
de mis ojos,
Me desvela un nombre,
hago jirones
de sal
con la angustia.
voy exiliando
palabras
que no duermen.
Dentro
de mis ojos,
La amplitud
se adhería a las formas,
superficies y
contradicciones
que no vacilaban
en suicidarse.
Allí viene una sombra
a poblar la otra,
ahora un silencio
obteniendo alas.
Más allá,
inquebrantable,
mi pensamiento intenta
arácnidos refugios.